Déjate de vainas

Había escrito mi teoría sobre Psicosis y Estados alterados de conciencia, pensando que ya tengo mucha experiencia habitando mi piel y que sería capaz de transitar una psicosis para encontrar mi cura al final del camino.

Luego de unos días de haber escrito ese artículo, decidí bajar una de mis medicinas, el trileptal, en medio mililitro. No era demasiado atrevido, ya que hace unos años era la cantidad que tomaba.

Entonces el caos comenzó, y escribí No es fácil, describiendo los problemas que tuve en el trabajo. Básicamente me agobié con el estrés y tuve que coger un reposo médico. El reposo duró hasta mis vacaciones, que son ahora. Se supone que vuelvo al trabajo ya el 7 de enero…. Expectativa que me estresa un poco también.

La cosa se acomodó y escribí “Recalculando”. Siempre se puede corregir el rumbo. Pero a lo largo de los años he visto que cuando mis asuntos cerebrales se tuercen y arreglo la medicación, hay una mejoría seguida de un bajón feo, para luego mejorar definitivamente.

El bajón feo sucedió así: Triste y asustada, donde describo lo mal que me siento. En esta ocasión la agarré con mi esposo, se me metió en la cabeza que tenía que dejarlo, porque no me permitía coger yo misma mi orden y las riendas de llevar una casa. La idea del cambio, que supuestamente era necesario, me hacía llorar a mares. En realidad se me hacía horrible pensar en la vida sin mi esposo.

Luego quise tener una visión más “elevada” de la vida y escribí Date cuenta, donde hablo de que no soy mis pensamientos ni mis emociones, y de que voy más allá de eso.

Seguí sintiéndome mal unas horas y De repente, todo bien. De pronto se disiparon los malos sentimientos y empecé a sentirme yo otra vez.

Todo esto sucedió en la última semana. La última parte sucedió apenas en las horas más recientes, todo muy rápido.

Y yo digo: déjate de vainas. No, no soy capaz de vivir sin medicación. Era un sueño bonito, sonaba bien curarme con el solo poder de mi mente, mi convicción, mi voluntad y mi personalidad.

¿Para qué buscarle 5 patas al gato? He demostrado ser bastante funcional con mis gotitas y mis mililitros, para qué inventar?

Hay que ser prácticos. Sé que a veces suena mal “depender de una medicación para el resto de tu vida”, pero no es tan malo. Es “funcionar con una buena vida gracias a la medicación”. Que se ha puesto de moda demonizar a la industria farmacéutica, pero muchas veces nos facilitan la vida.

Y sí, me surge la duda de si lo que tomo me ha causado adicción y por eso no puedo vivir sin eso…. Pero he visto que sufro tanto sin eso….. no saben lo horrible que fueron estas últimas horas. He vivido horas peores con el trastorno bipolar, pero estas últimas igual fueron horribles.

Déjate de vainas, yo sigo tomando mi cosa y portándome bien. Aunque quisiera que las cosas fueran distintas, no quiero sufrir. No voy a ser rebelde a costa de mi bienestar.

Es todo lo que quería escribir hoy. Gracias!

De repente, todo bien

Darme cuenta de que es parte de los ciclos normales de esta enfermedad.

Una buena noticia financiera.

Ánimo mejorado.

Hablé con mis hijas, de 13 y 8 años, que habían estado viendo mi humor y mi comportamiento.

Les expliqué que es por la enfermedad que tengo. Que muchas veces soy la mamá alegre y animada que canta y baila y otras veces lloro y estoy de mal humor. Que no estaba enfadada con ellas, que no fue su culpa.

Me parece justo y responsable decirles esas cosas. Explicarles que a veces soy víctima de mis estados de ánimo, que las quiero muchísimo y que vean que se puede hablar de las emociones, aunque a veces no las entendamos.

Creo que mi mamá tiene algo de bipolar o de loca por algún lado. Nunca fue que me sintiera maltratada, pero sí era demasiado estricta. Creo que muchas veces era irracional con sus juicios y prejuicios.

Hoy la voy a ver. Me ha estado llamando todo el día y no le he querido coger el teléfono. No es fácil expresar mis emociones con mi mamá. Con ella no está permitido nada diferente de la alegría. Si hay tristeza, hay que buscar un culpable….. normalmente alguna amiga mía, o su hermana (mi tía).

Esta noche intentaré que la cosa no sea muy intensa. Tal vez le explique que me sentía cansada. ojalá mi mamá fuera más normal.

Feliz Navidad a todos! Gracias por leer! Espero poder compartir cosas más animadas en los próximos días! Los aprecio mucho y estoy agradecida de tener cierta audiencia aquí!

Pasen buena Noche Buena!

Date cuenta

Date cuenta de que no eres emoción ni pensamiento.

Date cuenta de que estás por encima de los químicos de tu cerebro.

Date cuenta de tu conciencia. Eres conciencia pura.

Date cuenta de que tu vida es tuya. Eres dueña de tu experiencia. Vive como quieras.

Abandona el drama. A menos que te guste la idea de una vida llena de drama. A lo mejor te parece bonita o interesante.

Toma las riendas, el timón del barco. A veces el mar no ayuda, a veces hay que desviarse un poco o cambiar de destino. Pero no dejes de navegar y de elegir destinos.

No sufras en vano.

No te des demasiada importancia.

Hazte sentir bien.

Eres tu propio regalo. Eres tu mejor amiga.

Hazte sentir bien.

Y no se trata de entregarse a los placeres y los vicios. Sé que hay cosas que quieres hacer que te causan bienestar a la vez que pueden ayudar a otros.

La vida es un juego.

A veces soy una niña que no acepta el juego como es, con sus reglas, sus turnos y sus tiempos.

A veces siento que juego bien.

A veces quiero darle una patada al tablero.

Mi vida es mía. Tengo el mando. La ficha que me representa hará lo que yo la haga hacer.

A veces se ganan partidas y se siente bien. A veces se vuelve ruidoso y quiero apartarme e irme a otro sitio.

La vida es un juego.

Es un juego serio porque no puede ir uno por ahí rompiendo leyes.

La ley de la gravedad no podemos romperla así como así, aunque nos hemos inventado alas para burlarla un poco.

Quiero libertad. A lo mejor me estoy tomando demasiado en serio el juego.

Hay que buscar las alas. En ocasiones las encuentro.

Date cuenta que el tablero tiene casillas especiales. Alas. Aventuras. Experiencias maravillosas.

Date cuenta de que la experiencia de jugar será como decidas verla.

¿De verdad te vas a poner a llorar por tener que limpiar los baños?

¿De verdad es eso lo que te hace llorar?

Yo creo que es un poco de hastío de la forma como has estado jugando el juego últimamente.

Algo hay que hacer, algo hay que inventar. No sé si darle un vuelco al juego, buscando algo creativo. O si simplemente retirarme un rato a una cama cómoda, a un cuarto donde no haya ruido y pueda descansar.

Mucho ruido. Todo mental. El juego me tiene enganchada y no puedo calmar la mente ni meditar.

Estoy enganchada en querer ganar las recompensas que quiero. Y con esta actitud no me saldrán en los dados los números que necesito,

Necesito descansar.

Necesito descansar.

Es un juego.

Estaré bien.

Sólo quiero poner el juego en pausa mientras me relajo.

Necesito una mente descansada. Que me calme en vez de acelerarse.

Saliendo del bucle

Saltando de la rueda en movimiento

Bajándome un rato de la vida

Bajándome del drama

La ficha que me representa es mía

Yo hago lo que quiera, siempre que sea capaz de convencer a mi cuerpo material de que se mueva.

A veces el cuerpo se hace pesado, no quiere moverse.

A veces la materia estorba para lograr todo lo que tenemos en la mente.

Tengo una buena vida. Mi cuerpo ha sido bueno conmigo. Sólo necesito una pausa.

A lo mejor mindfulness.

Suelo ir a un parque natural y suele funcionarme para sacudirme esto. Pero “esto” se ha vuelto persistente.

Hay algún pensamiento que trate de decirme algo? Hay algo importante que me esté tratando de decir a mí misma a través de sentirme mal?

Hay que escucharse.

Creo que lo tengo claro

Necesito un break

Relajado y sin miedo a perder nada

Un break sabiendo que esperarán por mi

Necesito descansar

La vida es un juego, pero llevo tiempo seguido jugando y necesito descansar.

Y tal vez cambiar de juego, eso se puede?

Por ahora, descansar. No le doy más vueltas.

Lo he dicho demasiadas veces aquí.

Así que: a descansar!

Triste y asustada

Así me siento.

No soy una adulta.

Pasé de vivir con mis padres a vivir con mi esposo. Tuve un par de oportunidades en la vida en que viví sola y me tocó ocuparme de mi, pero fueron periodos cortos. Cuando me tocó, lo hice bien, no fue mayor cosa.

Desde que me casé fui la parte desordenada de la relación.

Nuestros conflictos siempre han sido por eso.

No he tenido oportunidad de gestionarme sola. Tampoco, al parecer, he tenido muchas ganas.

Me toca mucho la moral no ser considerada una adulta funcional ni por mí misma. Aunque lo soy. Soy una adulta funcional, tal vez demasiado perezosa para meter la ropa limpia y doblada en los armarios.

Demasiado perezosa para limpiar los baños cada semana.

O tal vez tenga problemas de identidad: soy una millonaria latinoamericana viviendo en un cuerpo de española clase media. Podéis donar a la causa de recolectar $10.000.000 para mi operación de cambio de estatus económico.

Bueno, entre lágrimas necesitaba hacer ese chiste.

Me exijo y se me exige. Supongo que sobre todo me exijo. Me exijo no dar motivo para que nadie me reclame nada.

Ok soy un desastre. Soy inteligente, soy cariñosa, soy buena persona, pero soy un desastre llevando las cosas de la casa.

¿Eso es tan grave? ¿Merece mis lágrimas? No sé si las merece, pero las tiene.

De pequeña nunca hacía deberes. Era un orgullo pasar todas las materias sin estudiar.

Ahora me pesa la falta de disciplina. Había descubierto la constancia hace un par de años, era una palabra que me gustaba más. Pero también la perdí.

Quisiera dedicarme exclusivamente a querer a mi familia….. y a cumplir algún propósito de vida. Estoy segura de que mi propósito no es limpiar los baños.

A ver, retrocedamos en el tiempo. Siempre la discusión con mi esposo son las labores de la casa. Yo soy siempre quien no cumple su parte. Yo soy siempre a la que no le importa demasiado y la que no se da mucha cuenta de la falta de limpieza y orden.

Y me siento tan inadecuada por eso……

Es casi peor a que te digan que eres bipolar.

Será parte de una discapacidad?

Como sé que mi marido lee este blog porque está suscrito, le digo: soy así, imperfecta, señor don perfecto.

No le doy importancia a que mis hijas crean que me importa el orden (él sí). No quiero actuar ante ellas como alguien que no soy (porque resulta que hay que dar ejemplo).

Yo simplemente les digo que en la vida es mejor ser ordenada que no serlo, y que a mí me cuesta un montón porque no empecé desde su edad.

Me siento muy inadecuada.

Creo que estoy exagerando. Probablemente, sí…. Estoy exagerando. Pero son emociones válidas.

Mi esposo está sin trabajo. Me parece que está más susceptible….. yo también estoy susceptible. Él es más experto actuando como si nada, pero sí le afecta.

Yo he querido darle su espacio, pero parece que he estado ignorando mis propias emociones.

Mañana (bueno, hoy, que son las 3am) es Nochebuena. Viene toda la familia a casa.

Mi esposo va a cocinar alguna cosa riquísima. Toca dar un poco de orden al salón. Si sigo llorando y sin dormir no voy a tener fuerzas para ordenar.

Presión por todas partes.

Autoexigencia

Ni deprimirse puede una tranquila porque esta mujerbipolar.com viene con sus exigencias y su machaque constante.

Vamos a ver lo bueno, a ver si puedo dormir.

Esposo con el que puedo hablar. Creo que me quiere aunque a veces es difícil hablar con él

Hijas espectaculares

Padre y madre vivos, con los que cuento

Hermanos con los que cuento

Tías, primos…. Todos geniales.

Amigos contados con los dedos de las manos, pero buenos amigos

Capacidad intelectual

Capacidad para observarme, aunque hoy me sobresalten las emociones.

Un trabajo que me paga un sueldo decente. Aquí es cuando quiero despotricar del trabajo, pero no corresponde porque hay que tener buena vibra y ser agradecido.

Ganas de cambio

Salud (aunque la mental hoy está en duda)

Sentido del humor (creo)

Amor. Especialmente por mis hijas. Y bueno, es un poco cliché que hay que empezar por quererse uno mismo. Me lo han dicho tanto que lo tengo como un axioma que no necesita comprobación.

Amor propio. Debajo de toda la autoexigencia, me quiero.

Soy mi persona más cercana, la responsable de mí misma. Tengo la escritura y tengo este blog. Hace tiempo decidí ser mi mejor amiga y en este momento esto tiene pinta de conversación incómoda con mi mejor amiga.

Vamos mujer, trátame bien. Me sigo cayendo bien. Solo estoy pasando por unos días difíciles.

Cómo me gustaría ponerme espiritual y sentir que todo está bien porque estoy conectada al universo y a la fuente de todo.

Alguna vez lo he sentido. La primera vez que lo sentí, me subí la dosis de medicación jajaja…. También era porque todo me conmovía (en modo agradable) y me hacía llorar. De ese modo me era imposible trabajar.

Quisiera no necesitar trabajar. Parece que la vida me dice que hay que esforzarse. Yo quisiera vivir con el mínimo esfuerzo, pero parece que hay que poner de nuestra parte.

En estos días me dijeron que el árbol de mangos no se esfuerza por dar mangos, ni se anda preocupando “me llegara suficiente agua? Mis raíces estarán bien? Daré buenos mangos este año?”.

No, la mata de mango simplemente es. En su naturaleza está que dé sus frutos, su sombra, su oxígeno; no tiene que hacer esfuerzos por cumplir su propósito.

Entonces en qué quedamos? Hay que esforzarse o hay que ser como la mata de mango?

Constancia.

Paciencia.

Confianza.

Conexión.

Bueno, creo que me voy a centrar en esta última palabra, que me hizo clic y me dio paz. A ver si ahora sí puedo dormir.

Gracias a los que leen, perdonen la chapa.

¡Estamos en contacto!

“Recalculando”. Siempre se puede corregir el rumbo.

Hola. Escribí antes de ayer que No es fácil, expresando lo mal que me estaba sintiendo en el trabajo.

También contaba que había bajado una de las medicinas que tomo en medio mililitro, y que lo había hecho muy poco a poco.

Ayer casualmente tenía cita con el psiquiatra. Ayer, no tan casualmente, y antes de ver al psiquiatra, tuve que pedir un reposo médico.

Cuando me conecté al trabajo a primera hora todo eran fuegos, uno de ellos causado por mí el día anterior. No que hubiera yo cogido gasolina y hecho los fuegos a propósito, pero por descuidos y falta de atención al detalle, estaban pasando cosas malas en la empresa donde trabajo.

Me invadió el pánico y no podía dejar de llorar. No me sentía capaz para nada de trabajar. A mi jefa no le hizo demasiada gracia, pero entendió que la salud es lo primero.

No sabía qué me iba a decir el psiquiatra, esperaba un regaño por haber bajado la medicación (aunque alguna vez lo habíamos hablado). Le expliqué cómo me sentía y que no necesariamente las cosas estaban directamente relacionadas a la bajada de medicación.

Él me recordó que en octubre también me había pedido un reposo. Le expliqué que hace más de un año mi trabajo se había vuelto más difícil y que era todo un reto intelectual y emocional. Que me sentía un poco tonta en él, como si no estuviera del todo capacitada.

Le expliqué también que luego de bajar el trileptal por unos días me sentí más alegre y con más energía. Que me sentía muy segura de mi cordura, de no estar alucinando cosas raras, pero que emocionalmente estaba muy sensible y lloraba con facilidad.

Para mi sorpresa, me dijo que en vez del trileptal podíamos intentar bajar el clopixol. Eso me alegró mucho, el hecho de que se plantee bajarme alguna cosa por algún lado y ayudarme a ser más feliz.

Ayer subí el mililitro de trileptal y no bajaré la gota de clopixol hasta por lo menos dentro de dos semanas.

La semana que viene y la siguiente tengo vacaciones y vuelvo al entorno laboral el 7 de enero. No dejo de estar nerviosa por la duda de si me despedirán por todo esto.

No dejo de estar nerviosa por volver en enero a un trabajo en el que no estoy a gusto.

Este tiempo que me queda hasta enero lo disfrutaré. Necesito mucho este descanso. Creo que escribiré ficción en estos días, aunque suelo querer ponerme a programar la aplicación que estoy haciendo.

Voy a hacer lo que me dé la gana, de manera armoniosa. Cuidar de mí, compartir con mi familia. Pero no dejo de querer buscar formas alternativas de hacer dinero…. Y eso creo que me estresa, así que probablemente haré un esfuerzo consciente por no meterme en esas actividades al menos los primeros días.

Por lo menos me estoy dando cuenta de que tengo herramientas a mi disposición que sé que me funcionan:

  • La medicación
  • El baile
  • Alimentarme mejor (lo vengo haciendo muy mal desde hace un mes)
  • Conversaciones divertidas con gente divertida
  • La escritura
  • Mi familia
  • Saber que puedo pedir un reposo médico

Estoy más tranquila. El momento ha sido difícil, ahora me enfoco en estar tranquila y sentirme bien. Ojalá me acuerde siempre de estar tranquila y sentirme bien, que muchas veces pierdo ese rumbo.

Como me decía una amiga ayer: Es como cuando el GPS te mete por donde no es y en este momento estoy “recalculando” la ruta. No pasa nada, cometemos errores y siempre hay oportunidad de recalcular la ruta y corregir el rumbo.

No es fácil

En mis últimas entradas hablaba un poco de mi deseo de curarme.

Yo tenía una dosis de medicación que aumenté un poquito hace un par de años, por un sentimiento puntual, y no había podido volver a bajar. Para ser más exactos, la diferencia es medio mililitro.

Hace como un mes o dos decidí volver a bajar ese medio mililitro. Fui muy despacio, media raya de la jeringa por semana.

Ya estoy en la dosis a la que quería llegar. Ayer amanecí muy contenta. El trabajo me puso un poco de mal humor y luego me puse de peor humor porque mi marido me reclamó unas cosas domésticas y discutimos.

Tiendo a pensar que si vuelvo a subir ese medio mililitro será más fácil llevar la vida.

Tiendo a la vez a pensar que será una experiencia necesaria para mí transitar el bajar la medicación y lidiar con lo que lidian las personas que no se asisten con medicación.

Quiero saber lidiar con la vida. Siempre he sido muy sensible y, con o sin medicación, tiendo a llorar con las discusiones y en situaciones difíciles (aunque jamás me permito hacerlo delante de personas que no considero de confianza).

Si no fuera por sentirme obligada a cumplir en mi empleo, todo me parecería más manejable.

Quiero renunciar, pero no he encontrado otro que me pague por hacer las 4 cosas que sé hacer. Tampoco he encontrado nada que me interese. Quiero hacer proyectos propios, esos sí me interesan.

Ojalá fuera más fácil obtener el dinero mensual que necesito para mantener mi estilo de vida.

Perdonad por escribir mis pensamientos así, sin esforzarme demasiado por hilarlos. Bueno, no tengo que disculparme. En mi blog soy libre, sobre todo porque es anónimo.

Necesito vacaciones, pero más que eso quisiera renunciar y no verme obligada a nada en la vida.

Necesito descansar y hacer lo que quiera.

Será que estoy deprimida? El reclamo de mi marido es que no ayudaba con ninguna labor doméstica.

Nunca me han interesado demasiado las labores domésticas, pero es verdad que a veces tengo más energía y hago más.

Tampoco me interesan demasiado las labores de mi trabajo.

Me pediría la baja, pero no estoy mal, sólo algo rebelde.

No quiero subir el medio mililitro. Creo que no tiene que ver con como estoy, creo que no cambiará el hecho de que mi trabajo es una caca ni el hecho de que me falte energía para lavar los baños, por ejemplo. Creo que me sentiría todavía con menos energía si subiera la medicación.

Quiero relativizar. Quiero ser capaz de ver el trabajo como algo objetivo y que no me moleste hacerlo. Pero la gente…. Las cosas urgentes…. La burocracia…. Y mi falta de interés que hace que me sea difícil aprender las cosas nuevas que hay en el trabajo, que me sea difícil prestar atención en las reuniones.

Ojalá pudiera renunciar feliz.

Lavaría los baños de mi casa con gusto cada semana.

Llevaría y buscaría a mis hijas y asistiría a las reuniones del colegio.

Daría energía a los proyectos tecnológicos que tengo y los sacaría adelante.

Cosas de estas las debería hacer aunque no renuncie. Pero siento que el trabajo me estorba. Creo que hay muchas cosas tóxicas en él.

No quiero estar condenada a subir la medicación solo porque tengo un trabajo-caca.

Me tienen comprada desde hace varios años, no he encontrado quien me pague como ellos. Me siento atrapada. Me siento desmotivada. Siento que llevo años sin aprender nada que valga la pena (solo lo que aprendo por mi cuenta para mis proyectos).

Quiero que mis proyectos den dinero y no me creo que algún día lo hagan. Estoy atrapada entre mis propias limitaciones mentales.

A pesar de todo, siento que estoy menos intoxicada gracias a ese medio mililitro menos.

Siento que la audiencia me va a decir que suba la dosis, pero no quiero.

Hay tantas cosas que no quiero…. Y tantas que quiero….

Quiero sentirme bien. Estuve hoy en la mañana en un parque, haciendo un movimiento intencionado por modificar la química de mi cerebro con pensamientos y emociones más alegres. No lo hice muy bien. Lo voy a hacer más.

La semana que viene tengo vacaciones. Creo que aguanto hasta ese entonces. No sé cómo me voy a sentir cuando toque volver, intuyo que mal. Debo trabajar mi actitud.

Puede sonar a desvarío todo esto, porque escribo sin filtrar mucho. Escribo para desahogarme. Aunque no lo parezca, todavía pienso bien, tengo mente analítica.

Bueno, el Teams de mi ordenador del trabajo suena y debo atenderlo (tiene un rato sonando).

Ya les iré contando.