Segundo Embarazo: Recta Final

  
Ya estoy recuperando mi cabeza después de mi última recaída, en pleno embarazo.

No fue tan fuerte como ha podido ser, tal vez en parte porque estaba tomando 2,5 mg de Zyprexa (Olanzapina) cuando ocurrió, tal vez también porque tenía ciertos «pactos» conmigo misma que me permitieron recuperarme con prontitud.

Ya pondré un gráfico con las dosis, pero entretanto les cuento que llegué a tomar 15 mg de Zyprexa y a combinarlo con Noctamid. Estaba en mi dosis de 2,5 y llegó un momento en que no fue suficiente, pude darme cuenta de que ya comenzaba a crear mi propia realidad paralela. Algunos factores de alarma fueron:

  • Navegar por internet siguiendo los links que me fuera diciendo mi «intuición». Estaba tras la pista de algo, estaba a punto de descubrir una verdad… Esta vez sí la encontraría… Nada muy específico, iba de página en página: blogs, publicidad, vídeos, algunas cosas tenían sentido para mí, un sentido que sólo yo podía ver… Muchas veces no podía ni concentrarme en leer mis «descubrimientos», pero estaba emocionada y convencida de que iba por buen camino.
  • Algo parecido al punto anterior pero con spotify y YouTube: ponía una canción y dejaba correr playlists de otras personas al azar… Pensaba que las canciones, que iban sonando sin yo escogerlas, tenían mensajes para mí… En algún momento dejó de gustarme, sentí que había alguien poniéndome canciones intencionadamente, que me habían hackeado, invadiendo mi privacidad y queriendo manipularme con música.
  • En algunas ocasiones me pasa algo muy curioso: percibo la luz diferente, de pronto todo toma tonalidades más cálidas, como si hubiera ajustado el balance de blancos de mis ojos. Esto hace que el mundo parezca más llamativo y bonito (nota: no utilizo drogas).
  • Lo de siempre: emocionarme por todo, tener el llanto fácil sin razón aparente, tener conflictos con mi pareja y seres queridos, conflictos provocados por mí y sin argumentos reales.

He ido bajando la dosis y ahora estoy en 5mg, esperando llegar al parto con 2,5. Debo decir que, si bien la recaída ha ido mejor de lo que podía temer, no ha sido inocua: he ganado más peso del que debía, mi bebé también y hace un par de días me han detectado diabetes gestacional, muy posiblemente ligada de manera directa con la ingesta de dosis importantes de Olanzapina.

Así que ahora estoy cuidándome al máximo en la alimentación, anímicamente estoy bastante bien, pero consciente de que debo continuar alerta. Definitivamente este embarazo ha sido más retador que el primero, y es un poco como hacer equilibrio con varias pelotas en el aire: estado anímico, medicación, alimentación, diabetes, ansiedad, esposo, primer hijo, el resto de cosas de mi vida que deben seguir. En eso ando, alerta y concentrada en todas las pelotas, falta poco para llegar a la meta y espero que no vuelva a caer al suelo ninguna de esas pelotas.

Quiero concluir con las cosas que pienso que me han ayudado a sobrellevar la recaída de mejor manera y con pronta recuperación:

  • Estar atenta a mis estados de ánimo y percepción de la realidad. Si bien esta vez no pude evitar recaer, el estar alerta me hizo tomar una dosis pequeña al principio, que pienso que amortiguó algo lo que pudo haber sido peor.
  • Estar siendo tratada por un psiquiatra que conoce mi caso y lleva un seguimiento periódico de mi embarazo.
  • Tener a alguien de confianza que me observara, me preguntara sobre lo que pensaba y sentía, que estuviera en contacto con mi psiquiatra y me dijera en un momento dado que no me veía bien y debía aumentar la medicación. En mi caso esa persona ha sido mi marido.
  • Haber pactado con mi marido y conmigo misma desde el inicio del embarazo, creo que desde antes, que confiaría ciegamente en él cuando me diera medicación. Esto fue muy importante, porque lo que suele pasar en las recaídas es la lucha por no querer tomar nada que me desvíe de mis planes de descubrir quién sabe qué… Esto hace que la recuperación sea mucho más lenta y difícil, y genera conflictos reales, porque realmente peleas con las personas a tu alrededor porque tienes la certeza de que es equivocado tomar las pastillas. Este pacto me parece súper importante, porque recuerdo que yo no quería tomar nada, pero tenía el compromiso conmigo misma de confiar ciegamente en mi marido, y lo cumplí.

Espero que todo vaya marchando bien y poder tener un buen término de embarazo, buen parto y bebé sano, y pronto tener a toda mi familia con salud y en armonía. ¡Espero pronto dar buenas noticias por aquí!

Eleanor Longden: las voces en mi cabeza

Eleanor Longden, luego de haber sido diagnosticada de esquizofrenia obtuvo un Master en psicología.

En esta interesante Ted Talk, habla de sus primeras experiencias con la enfermedad y cómo aprendió a escuchar y convivir con sus voces, que en realidad son las voces de su inconsciente queriendo comunicarse con ella.

Os invito a ver el vídeo, está en inglés y creo que los subtítulos están disponibles sólo para algunos dispositivos:

Si no te aparecen los subtítulos y te interesa tener la transcripción de lo que dice en castellano, en la página hay un link a las transcripciones en distintos idiomas de la charla.

 

 

 

Buscando mis propios «Poderes»

Elsa_frozen

Hace unos meses, justo antes de quedar embarazada, estuve a punto de tener una recaída. Por primera vez en mi vida, sentí que podía venirse una psicosis aun estando medicada.

Coincidió con que estaba tomando medicamentos con esteroides para la alergia. Estaba con Pulmicort y Nasonex, a los que terminamos acusando como responsables de lo que estaba sintiendo. También coincidió con que estaba empezando a leer el libro El Hombre y sus Símbolos, de Carl Gustav Jung.

Lo cierto es que tuve unos días en que me sentía extremadamente bien (¿Sospechosamente bien?). Salía a caminar a la calle y el cuerpo me pedía correr, me levantaba temprano y con energía, me sentía conectada a la naturaleza, quería hacer cosas, sentía que podía hacer lo que yo quisiera, simplemente con proponérmelo, yo tenía la energía y las ganas de ejecutar todas las tareas necesarias para cumplir mis objetivos.

Mis alarmas se activaron cuando empecé a ver que no dormía lo suficiente en la noche, y que cuando me levantaba de madrugada me quedaba viendo a una telaraña, consciente de que mis ojos se desenfocaban, buscando con esto cambiar mi percepción de la realidad, como pasando a percibir otra dimensión…. raro, pero muy interesante en ese momento…

Lo cierto es que llamé al psiquiatra, aumenté mi dosis y todo pasó sin mayores consecuencias. Pero una de las ideas que tuve en esa oportunidad sigue rondando mi cabeza…

El libro de Jung lo dejé a medio leer, habré leído como la cuarta parte, pero realmente lo estaba disfrutando mucho y estaba sacando algunas conclusiones.

Del conjunto de artículos, libros completos o a medio leer, películas completas y a medio ver que han pasado por mí, yo relaciono ideas, completo vacíos inventando y saco mis conclusiones… que no tienen que ser ciertas, pero muchas veces funcionan para mí, permanentemente o hasta que otras ideas que yo acepte las contradigan.

Después de esta experiencia de «dopping» involuntario, saqué algo. No sé si habéis visto la película de Frozen… yo como madre la he visto un montón de veces, y ¡Me encanta!

Espero no arruinarla mucho a quienes no la han visto… Una de las protagonistas, Elsa, tiene poderes: Ella puede producir y manipular el frío. Puede ser divertido, pero también se vuelve muy peligroso para los demás, especialmente cuando la domina el miedo, que la hace perder el control de su poder.

Pienso que nuestro inconsciente es similar. Pienso que hay mucho más dentro de nosotros mismos de lo que se ve, que las experiencias que tenemos quedan guardadas en nuestra mente inconsciente con mucho más detalle del que conscientemente recordamos. Que nuestro interior es quien, en definitiva, gobierna nuestras vidas y en la medida que lo conozcamos y estemos en paz con nosotros mismos, ese potencial, ese poder, jugará a nuestro favor.

Para ser más concretos: yo llevo toda mi vida tocando la guitarra como aficionada, nunca ha sido más que un hobbie, nunca he destacado especialmente, aunque me hubiera encantado. En un par de ocasiones, durante crisis de hipomanía, he sido capaz de tocar más de prisa, más bonito, he sido capaz de cambiar la tonalidad de una canción sin pensarlo, sin esforzarme.

Pienso que todo lo que he aprendido está dentro de mí, y puede jugar a mi favor si logro descubrir un poco más de mí y superar experiencias del pasado que tal vez me estén bloqueando. Pienso que podré tener más energía y mejor uso de mis destrezas si trabajo un poco más en aceptarme y mostrarme tal cual soy, en ser yo misma, sin pensar en lo que otros puedan pensar de mí.

Pienso que podré llegar a controlar «mis poderes», como terminó lográndolo Elsa (Esto no es tan spoiler para la película, es de suponer que la historia de Disney terminará bien).

Pienso también que en mis crisis de trastorno bipolar se sale de mí ese inconsciente, ese mundo surreal y onírico que normalmente sale sólo en sueños… salen mis sueños en estado de vigilia, lo cual es un problema para la cordura, pero suelen ser estados muy creativos de la personalidad. En lo personal prefiero la cordura, aunque quisiera aprovecharme de ese potencial creativo, de esa sensibilidad artística y esa especie de genialidad que se siente por momentos, entre otras emociones no tan placenteras como el miedo irracional.

A continuación os dejo el tema principal de la peli, con el que he llegado a identificarme mucho cuando siento que tengo poderes ocultos en mi interior:
Frozen. Suéltalo (Let it go)

Entre la Cordura y la Psicosis

Las siguientes palabras las escribí durante la recaída que acabo de tener. Es una reflexión sobre lo que sentía en ese momento.

Yo realmente pensaba que estaba en camino de un gran descubrimiento interior…. y es posible, tengo pendiente indagar más en mi interior, en mis capacidades y mi potencial, para sacar provecho y crecer como persona… aunque ahora embarazada no es el momento…

Es difícil trazar una línea entre la cordura y la psicosis, entre la genialidad y la locura.

Yo me emocioné mucho cuando lo escribí y cuando lo leí en voz alta a mi marido… él también se emocionó en ese momento, cuando vio coherencia y belleza en medio de la crisis, a pesar de haberme visto mal.

Aquí va:

Esta inquietud
que tanto miedo me da
pero que me emociona a la vez
no es nada más ni nada menos que el descubrimiento de mí misma,
algo que me debo desde hace tiempo.

Aquí no hay reglas,
sólo es una aventura.
No sé cuánto va a durar
ni cuánto podría doler. 

No hay obligaciones,
hay libertad total,
no hay problema en tener miedo,
no hay problema en tardar demasiado,
no hay prisa. 

Pero no tengo más remedio que ser fiel a mí misma,
y no tengo más remedio que perdonarme cuando me equivoque,
como se perdona a alguien a quien no puedes evitar querer.

Ya es imposible no seguir creciendo,
es imposible no ser valiente,
porque confío más en quién soy,
porque ya sé que los errores no son tales,
todo hace parte de mi historia,
todo la hace más interesante o amena o conmovedora.

¡Puedo hacer lo que yo quiera!
Y mi naturaleza me irá guiando,
no hay errores,
ni siquiera ha habido errores hasta ahora,
haya sido yo consciente o no del hallazgo que estoy ahora expresando.

Ya no hay miedo a seguir mi corazón.
Es como si yo fuera mi propia madre,
mi propio padre….
Soy mi propio Espíritu Santo
y, por supuesto, mi propio hijo,
haciéndose mayor y cada vez menos temeroso,
haciéndome sentir orgullosa,
queriendo siempre cuidar que mi historia tenga belleza y honra,
que pueda siempre sentirme orgullosa de mi viaje,
de mi vida… 

Ese es mi paraíso,
ese es mi compromiso…. 

Estoy feliz y estoy contenta y emocionada.
Vivir es todo un arte,
y estoy aquí para sufrirlo y reírlo plenamente,
libremente…

Recaída durante el embarazo

image

Lo más temido ha sucedido: he recaído y he llegado a tomar 15mg diarios de olanzapina para volver a la cordura.

No me hace mucha gracia estando embarazada, tampoco me hace gracia ver cómo suben los números de la balanza casi sin control…

Pero no estoy tan mal, ahora mismo me siento bien, con pensamiento racional y control de mis pensamientos, emociones y acciones. Me asusta un poco que venga el «rebote» que he tenido en mis otras crisis en las que, tras una mejora instantánea, vuelvo a empeorar para ir mejorando nuevamente poco a poco hasta salir.

No escribo más por ahora, tengo muchas cosas que quisiera escribir, pero no mucho tiempo para organizarme.

Ya volveréis a saber de mí, desearme suerte con la recuperación y la salud de mi bebé.

Sólo quería documentar que esto a lo que tanto temía está resultando tolerable hasta ahora… ¡Esperemos que todo siga bien!

Y aprovechando las fechas: ¡Feliz año nuevo a todos!