Mi artículo en el día mundial del trastorno bipolar

Me he enterado hace unas semanas de que el 30 de marzo se celebra el día mundial del trastorno bipolar.

Me he enterado porque desde el blog de MyTherapyApp me han enviado una infografía sobre Mitos y realidades del trastorno bipolar, para que la compartiera este día con mis lectores.

Aquí os la presento, porque es bueno siempre ayudar a educar y luchar contra el estigma:

Por otro lado, he escrito un artículo para su blog, que os pongo a continuación: Sigue leyendo

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Buscando mis propios «Poderes»

Elsa_frozen

Hace unos meses, justo antes de quedar embarazada, estuve a punto de tener una recaída. Por primera vez en mi vida, sentí que podía venirse una psicosis aun estando medicada.

Coincidió con que estaba tomando medicamentos con esteroides para la alergia. Estaba con Pulmicort y Nasonex, a los que terminamos acusando como responsables de lo que estaba sintiendo. También coincidió con que estaba empezando a leer el libro El Hombre y sus Símbolos, de Carl Gustav Jung.

Lo cierto es que tuve unos días en que me sentía extremadamente bien (¿Sospechosamente bien?). Salía a caminar a la calle y el cuerpo me pedía correr, me levantaba temprano y con energía, me sentía conectada a la naturaleza, quería hacer cosas, sentía que podía hacer lo que yo quisiera, simplemente con proponérmelo, yo tenía la energía y las ganas de ejecutar todas las tareas necesarias para cumplir mis objetivos.

Mis alarmas se activaron cuando empecé a ver que no dormía lo suficiente en la noche, y que cuando me levantaba de madrugada me quedaba viendo a una telaraña, consciente de que mis ojos se desenfocaban, buscando con esto cambiar mi percepción de la realidad, como pasando a percibir otra dimensión…. raro, pero muy interesante en ese momento…

Lo cierto es que llamé al psiquiatra, aumenté mi dosis y todo pasó sin mayores consecuencias. Pero una de las ideas que tuve en esa oportunidad sigue rondando mi cabeza…

El libro de Jung lo dejé a medio leer, habré leído como la cuarta parte, pero realmente lo estaba disfrutando mucho y estaba sacando algunas conclusiones.

Del conjunto de artículos, libros completos o a medio leer, películas completas y a medio ver que han pasado por mí, yo relaciono ideas, completo vacíos inventando y saco mis conclusiones… que no tienen que ser ciertas, pero muchas veces funcionan para mí, permanentemente o hasta que otras ideas que yo acepte las contradigan.

Después de esta experiencia de «dopping» involuntario, saqué algo. No sé si habéis visto la película de Frozen… yo como madre la he visto un montón de veces, y ¡Me encanta!

Espero no arruinarla mucho a quienes no la han visto… Una de las protagonistas, Elsa, tiene poderes: Ella puede producir y manipular el frío. Puede ser divertido, pero también se vuelve muy peligroso para los demás, especialmente cuando la domina el miedo, que la hace perder el control de su poder.

Pienso que nuestro inconsciente es similar. Pienso que hay mucho más dentro de nosotros mismos de lo que se ve, que las experiencias que tenemos quedan guardadas en nuestra mente inconsciente con mucho más detalle del que conscientemente recordamos. Que nuestro interior es quien, en definitiva, gobierna nuestras vidas y en la medida que lo conozcamos y estemos en paz con nosotros mismos, ese potencial, ese poder, jugará a nuestro favor.

Para ser más concretos: yo llevo toda mi vida tocando la guitarra como aficionada, nunca ha sido más que un hobbie, nunca he destacado especialmente, aunque me hubiera encantado. En un par de ocasiones, durante crisis de hipomanía, he sido capaz de tocar más de prisa, más bonito, he sido capaz de cambiar la tonalidad de una canción sin pensarlo, sin esforzarme.

Pienso que todo lo que he aprendido está dentro de mí, y puede jugar a mi favor si logro descubrir un poco más de mí y superar experiencias del pasado que tal vez me estén bloqueando. Pienso que podré tener más energía y mejor uso de mis destrezas si trabajo un poco más en aceptarme y mostrarme tal cual soy, en ser yo misma, sin pensar en lo que otros puedan pensar de mí.

Pienso que podré llegar a controlar «mis poderes», como terminó lográndolo Elsa (Esto no es tan spoiler para la película, es de suponer que la historia de Disney terminará bien).

Pienso también que en mis crisis de trastorno bipolar se sale de mí ese inconsciente, ese mundo surreal y onírico que normalmente sale sólo en sueños… salen mis sueños en estado de vigilia, lo cual es un problema para la cordura, pero suelen ser estados muy creativos de la personalidad. En lo personal prefiero la cordura, aunque quisiera aprovecharme de ese potencial creativo, de esa sensibilidad artística y esa especie de genialidad que se siente por momentos, entre otras emociones no tan placenteras como el miedo irracional.

A continuación os dejo el tema principal de la peli, con el que he llegado a identificarme mucho cuando siento que tengo poderes ocultos en mi interior:
Frozen. Suéltalo (Let it go)

Entre la Cordura y la Psicosis

Las siguientes palabras las escribí durante la recaída que acabo de tener. Es una reflexión sobre lo que sentía en ese momento.

Yo realmente pensaba que estaba en camino de un gran descubrimiento interior…. y es posible, tengo pendiente indagar más en mi interior, en mis capacidades y mi potencial, para sacar provecho y crecer como persona… aunque ahora embarazada no es el momento…

Es difícil trazar una línea entre la cordura y la psicosis, entre la genialidad y la locura.

Yo me emocioné mucho cuando lo escribí y cuando lo leí en voz alta a mi marido… él también se emocionó en ese momento, cuando vio coherencia y belleza en medio de la crisis, a pesar de haberme visto mal.

Aquí va:

Esta inquietud
que tanto miedo me da
pero que me emociona a la vez
no es nada más ni nada menos que el descubrimiento de mí misma,
algo que me debo desde hace tiempo.

Aquí no hay reglas,
sólo es una aventura.
No sé cuánto va a durar
ni cuánto podría doler. 

No hay obligaciones,
hay libertad total,
no hay problema en tener miedo,
no hay problema en tardar demasiado,
no hay prisa. 

Pero no tengo más remedio que ser fiel a mí misma,
y no tengo más remedio que perdonarme cuando me equivoque,
como se perdona a alguien a quien no puedes evitar querer.

Ya es imposible no seguir creciendo,
es imposible no ser valiente,
porque confío más en quién soy,
porque ya sé que los errores no son tales,
todo hace parte de mi historia,
todo la hace más interesante o amena o conmovedora.

¡Puedo hacer lo que yo quiera!
Y mi naturaleza me irá guiando,
no hay errores,
ni siquiera ha habido errores hasta ahora,
haya sido yo consciente o no del hallazgo que estoy ahora expresando.

Ya no hay miedo a seguir mi corazón.
Es como si yo fuera mi propia madre,
mi propio padre….
Soy mi propio Espíritu Santo
y, por supuesto, mi propio hijo,
haciéndose mayor y cada vez menos temeroso,
haciéndome sentir orgullosa,
queriendo siempre cuidar que mi historia tenga belleza y honra,
que pueda siempre sentirme orgullosa de mi viaje,
de mi vida… 

Ese es mi paraíso,
ese es mi compromiso…. 

Estoy feliz y estoy contenta y emocionada.
Vivir es todo un arte,
y estoy aquí para sufrirlo y reírlo plenamente,
libremente…

Mi Trastorno Bipolar y Yo

Voy a decir un poco más de mí y mi bipolaridad: Las veces que he tenido crisis bipolares han sido maníacas, psicosis de las que me gustaría escribir aquí próximamente. Soy una bipolar bastante «buena», después de uno que otro traspiés por falta de experiencia y haber dejado la medicación porque me sentía bien y para evitar los molestos efectos adversos, he aprendido a portarme bien y reconocer que tengo una enfermedad, que el único control que tengo sobre ella es tomar las medicinas y hacer caso al psiquiatra. Puedo hacer otras cosas para ayudarme, pero nada sustituye a la medicación.

No conozco a otros bipolares (que yo sepa), sólo tengo la referencia de lo que leo por ahí, y no me identifico con muchas de las cosas que he leído: no abuso ni he abusado de sustancias, nunca tuve una conducta problemática en el colegio, más bien siempre tenía buena conducta, nunca he sido promiscua… La verdad, nadie hubiera sospechado que iba a ser bipolar, me da curiosidad saber si hay otros bipolares parecidos a mí, si somos muchos así, pero se nos da poca publicidad por no ser tan interesantes y llamativos como otros casos con más sexo, drogas y Rock & Roll en su haber. Sigue leyendo