Soltar y libertad

En línea con mi artículo anterior: no me aferro a mi trabajo. Permito que el flujo de la vida me lleve a donde debo estar

Suelto el control. Permito que lo que realmente importa entre en mi vida sin resistencia

Hace tiempo veo que tengo la lección de confiar más en la vida. Y hace tiempo visualizo el universo, con su malla tiempo-espacio, como una hamaca que me sostiene.

Estaremos bien. Sigo trabajando por lo que deseo. Pero no me aferro a cosas que ya no me sirven. Quiero confiar en el proceso por el que está atravesando mi vida.

Qué difícil es confiar, qué valiente hay que ser.

Hoy tuve cita con la doctora de la seguridad social para ver qué hacía con la baja, si me daba el alta o me extendía la baja.

Esas visitas médicas me ponen nerviosa, pero esta vez estaba un poco más tranquila: como ya decidí que no estoy apegada a mi trabajo, ya no me importa demasiado lo que piense mi jefa, y un despido sería un favor que me harían.

Decidí ser transparente con la doctora. Decirle que me siento mejor, porque decidí dejar el trabajo. No renunciar directamente sin tener nada más, pero ser sincera con mi jefa. No me hice la víctima, no lloré (aunque no hay nada malo con llorar).

Le dije que tuve una entrevista de trabajo y que me inscribí a varias ofertas. Le dije que no quiero más trabajo de oficina, que quiero ser freelance y sentirme más libre. Que ahora en el trabajo me cuesta visualizarme en otro trabajo, que no me apetece, que estoy harta.

Ella me notó “más emprendedora”. Imprimió algo y no supe sino hasta el final que me extendió la baja dos semanas más. Me dijo: si consigues un trabajo antes y necesitas el alta, vienes.

Qué acertado fue cambiar a esta doctora.

Y qué paz me da soltar. Soltar el querer controlar mi situación laboral.

Me da paz hasta que empieza a darme vértigo….. y ahí es cuando necesito el trabajo interno de confiar en mí misma y en la vida.

Me siento como leyendo un libro que se empieza a poner interesante. No ser capaz de leer más rápido. Querer saltar a la última página para saber qué pasó, pero seguir leyendo con atención. Por no querer perderme el disfrute de la historia.

Disfruto la lectura, pero la siento lenta. Los nuevos hábitos de que la tecnología nos dé las cosas de inmediato me hacen difícil esperar. Esperar a ver si es verdad que puedo confiar en la vida. Ver qué pasa.

La vida va a su ritmo, que no es constante y es caprichoso.

“Sit back and enjoy the ride”. Así decían en los parques de atracciones de Orlando. Siéntate cómodo y disfruta del paseo.

Estoy aprendiendo a disfrutar de la vida….. no siento que esté disfrutando demasiado. Espero terminar pronto de aprenderlo, que ya estoy medio harta de todo esto de crecer.

Bueno, es interesante crecer, pero ojalá se pudiera hacer sin que la vida te obligue a ello. ¿O soy yo misma quien se presiona demasiado?

Ya estoy medio harta de ser valiente. ¿Dónde está mi zona de confort? Necesito un par de meses de confort en una isla del caribe.

La verdad necesito descansar de mi propia autoexigencia. Menos mal que sí logro tener momentos de disfrute en el día. Pero si me pongo a entretenerme con cosas como ver una película siento que estoy perdiendo el tiempo. No me siento bien viendo una serie en netflix. Bueno, creo que es algo que no me gusta mucho hacer.

Creo que me exijo mucha productividad. “No todo es dinero”. Esta frase últimamente la pienso mucho. Y es que en mi foco de atención últimamente pareciera que todo es dinero. Y ver que hay otras cosas me ayuda. Me he enfocado en el dinero porque siento que me falta y que no tendré suficiente para sobrevivir.

Es horrible sentirse así. Pero tengo muchas otras cosas: amor, familia, salud, espíritu vivo. Y la verdad es que el dinero ha surgido de fuentes inesperadas cuando lo necesitamos.

Quiero algo de comodidad. Estoy oyendo otro vídeo donde dice que el crecimiento nace de la incomodidad….. y creo que voy a salir gigante en crecimiento después de estos meses de tanta incomodidad.

Es posible que no esté tomando bien la lección y por eso esté durando tanto la incomodidad. Muy probablemente la incomodidad venga de mi propia resistencia a aceptar, a aceptarme, a soltar y a confiar…… el sufrimiento es opcional, y yo lo he estado eligiendo.

Creo que empiezo a sentirme más libre y confiada. No quiero tomar el ansiolítico de nuevo, pero creo que soy capaz de volver, sin tomarlo, a esa actitud despreocupada de cuando lo tomaba si logro dejar de querer controlarlo todo. Y de nuevo, confiar en mí y en la vida. Aprender a jugar este juego, que es lo único de lo que tengo memoria, pero que tiene mil caras, dependiendo de la interpretación que le dé cada quien.

Honestidad conmigo misma. Libertad. Intuición. Ser fiel a mí. Seguridad. Decisión. Poder. Sabiduría. Confianza.

Escribí sin pensar demasiado en los lectores. Si quieren empezar un intercambio de ideas, los invito a comentar.

Deja un comentario