La Primavera la Sangre Altera

Yo soy de Venezuela, país tropical sin estaciones marcadas como en otras partes del mundo.

Cuando llegué a España, a mis 29 años, y me vi las primeras veces con mi actual psiquiatra, me comentó que estadísticamente los pacientes psiquiátricos suelen recaer más en primavera y en otoño.

No me dio razones, creo que no se conocen demasiado, sólo cierta evidencia empírica que hace pensar que tal vez el cambio en las horas de luz o en el clima, pone a la gente más alterada.

Bueno, yo en primavera suelo experimentar un subidón en mi estado de ánimo, también una mayor sensibilidad, tanto de mis sentidos como de mis emociones. Hasta el último año, había sido la primavera época de alegría pero también de que saltaran mis alarmas y me preocupara por sentirme al borde de la hipomanía o de un brote psicótico.

Digamos que por lo general soy una persona bastante racional, analítica, y, aunque no me gusta, suelo andar por la vida como en un túnel donde sólo miro hacia adelante, no me fijo en detalles a mi alrededor, voy a la velocidad del ritmo de vida moderno y no me paro “a oler las flores”.

Pues bien, este año ha empezado la primavera y me empecé a sentir mucho más sensible en mi percepción. Y reflexioné en que otros años cuando me pasa eso, me alarmo.

Voy a explicar un poco más lo que se siente, para que se entienda: mejora el clima y los días se vuelven más soleados. Salgo a caminar cerca de casa y allí afuera todo son estímulos: se oyen pajaritos, los colores son vivos, las flores despiden olor, vuelan hojitas (¿o pétalos?) con el viento delante de mí…

Esto me saca de mi visión túnel, y empiezo a maravillarme con mi alrededor. Pero entonces a veces me sobrepasa, y una hoja que vuela con el viento me roza la mejilla y lo inesperado de la sensación me asusta. Y si llega a aparecer el miedo ya se empieza a poner todo más surreal. Y entonces aparece la alarma.

Esta primavera he decidido que sea diferente, he decidido no tener miedo. Pero no es sólo la parte sensorial que acabo de explicar, es también la velocidad del pensamiento: empiezo a encontrar chistes de palabras con mucha rapidez, empiezo a hacer asociaciones de ideas con brillantez, y otra vez, si se me va de las manos es cuando empieza a haber problemas. Si se me va de las manos, la cabeza acelerada me impide dormir, y el sueño es vital para mí.

El otro día desperté a las 3am y no podía dormir más. Me lo tomé de forma relajada, ese día trabajé desde casa (que puedo) y decidí seguir tranquila, procurando no darle cuerda a la aceleración, pero sin miedo ni alarma.

Mi esposo, que como comenté en mi post anterior, está en una onda espiritual (yo también), me aconsejó bajar la sensación de altas revoluciones, que sentía en la cabeza, de la mente al corazón.

En cabeza y corazón hay centros energéticos o chakras, y lo que estoy haciendo cuando no me siento del todo bien es propiciar la sensación de que la energía en mi pecho se expande, y la energía de mi cabeza baja a mi pecho. También propicio sensación de bienestar en el cuerpo, sintiendo que mi sangre se irriga de oxitocina, la hormona del amor y el bienestar, la hormona contraria al estrés.

Ya les contaré qué tal me va esta primavera, de momento volvió un poco el frío y mi percepción ha vuelto a la normalidad, pero la primavera es cambiante y supongo que volveré a tener sensaciones primaverales.

Estoy deseando experimentar la primavera de una forma más libre y alegre, más sabia y tranquila, y que esto represente un paso más para mí en mi crecimiento personal y manejo de esta condición.

Creo que otra cosa que está ayudando a esta evolución personal es la mejora que he hecho el último año en mi alimentación y en hacer ejercicio físico. Creo que un enfoque donde se miren todos los aspectos de la vida es el que mejor me está funcionando.

Se me ocurren en mí estas claves

alimentación

ejercicio

– manejo del estrés

– superación de traumas

– no victimizarse ni estar interesada en dramas

– no tomarme las cosas de manera personal

– saber que con mi mente, voluntad y la técnica adecuada puedo influir en la manera en que me siento

confianza en mí

– confianza en la vida

– cultivar emociones positivas

¿A alguien más por aquí le afecta la primavera? ¿Alguna experiencia que quieran comentar?

¡Los leo!

Una Vida más Espiritual

Voy a hablar un poco más de mi evolución desde el primer episodio psicótico que tuve, por allá en 2003, cuando me diagnosticaron trastorno bipolar.

No quiero extenderme mucho en detalles, sólo diré que estaba haciendo un curso avanzado de supuesto “liderazgo” y “crecimiento personal” que tenía procesos muy fuertes, siendo yo una persona muy sensible. Durante el curso empecé a presentar síntomas de que estaba perdiendo el contacto con la realidad y estos síntomas no fueron reconocidos ni bien llevados por las personas encargadas del curso.

Desde esa experiencia, luego de recuperarme y empezar a poder vivir con normalidad, me volví muy terrenal, mundana, materialista. No quería saber nada de “cosas raras” como meditación, vision boards, espiritualidad, energía.

Esto me causó algunas molestias con miembros de mi familia que, luego de que yo me recuperara, siguieron yendo a los cursos, que eran considerados por mí como una especie de secta.

Bueno, en los últimos pocos años, a mi marido le ha dado por ponerse “espiritual”, y esto resultaba muy incómodo y problemático para mí. Sentía que era una especie de castigo de la vida, que era algo malo que me estaba pasando, que me iba a tener que divorciar porque me estaba haciendo enfrentarme a unos temas que yo había descartado de mi vida.

Cada vez que he estado maniaca o hipomaniaca después de la primera vez, resurgen en mí temas de sensaciones, energías, conexión al universo, sincronicidades. Solía temer todo tipo de pensamientos y emociones en esta línea, porque solían anunciar una inminente crisis. En esas ocasiones de crisis cercanas me venía mucha emoción y el pensamiento: claro! Es verdad! Todo lo maravilloso más allá del mundo físico y todo eso que había estado descartando es verdad, por fin lo vuelvo a ver!

He estado todos estos años yendo y viniendo, relacionando temas metafísicos con crisis psicóticas, temiendo un poco el tema, y finalmente encontrándome de frente con el tema cuando mi marido empezó a meterse con esas cosas.

He decidido dar mi brazo a torcer y darle una oportunidad al tema meditación, energía y metafísica. Empecé a leer el libro “Becoming Supernatural” de Joe Dispenza, y estoy bastante contenta con todo. He experimentado con mis chakras y su energía, he sentido cosas y no me he alarmado. He estado en un estado en el que en otras ocasiones hubiera subido la medicación, y esta vez no me asusté, validé lo que sentía como algo plausible, continué con la medicación como siempre, y he vuelto a bajar a lo habitual y dejar de sentir toda esa energía. Sé que volveré a sentirla y lo disfrutaré sin asustarme.

He dejado de negar una realidad invisible, que no por percibirla de una forma distinta deja de ser real, y lo estoy disfrutando mucho. Hace que la vida adquiera otra dimensión y sea mucho más rica e interesante.

Para contar un poco cómo me sentí, sentía vibración en la cabeza, que era lo que más me preocupaba porque no era muy sostenible vivir perennemente con esa sensación. También empezaron a pasar “cosas buenas” en mi vida, era muy emocionante, porque todas las cosas que no estaba en mi mano que salieran bien, sobre proyectos y planes económicos, me estaban saliendo bien…. Todo funcionaba de manera fluida y perfecta, de verdad que daba gusto.

Creo que sintonicé con algo, ahora ya bajé un poco a la realidad a la que estoy acostumbrada, pero creo que son ciclos y la energía en grandes cantidades volverá. En la parte de ese ciclo en la que estoy ahora es momento de asentar, de trabajar con las oportunidades que se abrieron en esa expansión que tuve y de irme acomodando y acostumbrando a sentir y ser un poco menos mundana y material.

Es muy chulo sentirse así…. No puedo evitar pensar que a alguien que lea se le pueda ocurrir que estoy loca, pero estoy trabajando también en evitar ese tipo de pensamientos. Estimado lector: piensa lo que quieras, igual te aprecio.

Cognitivamente estoy bien, trabajando en mi empleo, con tareas analíticas. Emocionalmente también estoy bien, equilibrada y sin sobresaltos. Y mis cosas van sobre ruedas, estoy trabajando en confiar más en la vida y no frustrarme cuando las cosas no salen como lo había planeado y creía que deberían salir. Estoy viviendo cosas buenas, y estoy aprendiendo mucho, creo que el mejor antídoto contra la depresión es verle sentido a la vida…. Si no lo ves, hay que inventarlo, que no es trascendental que el primero que te inventes sea “el que es”, porque por el camino puede cambiar…. Pero inventarse algún sentido.

Le tengo mucho cariño a este blog y sus seguidores, y me encantaría hacer algo más con él. Últimamente todos mis post son “happy”, y no sé si ayuden a alguien o gusten. Si a alguien se le ocurre algo que pueda escribir y considere que pueda ayudar, soy toda oídos (ojos, en este caso 🙂 ).

Por otro lado, si alguien con trastorno bipolar también relaciona sus crisis con sensaciones “paranormales”, coméntalo, quiero leerte!

Mi artículo en el día mundial del trastorno bipolar

Me he enterado hace unas semanas de que el 30 de marzo se celebra el día mundial del trastorno bipolar.

Me he enterado porque desde el blog de MyTherapyApp me han enviado una infografía sobre Mitos y realidades del trastorno bipolar, para que la compartiera este día con mis lectores.

Aquí os la presento, porque es bueno siempre ayudar a educar y luchar contra el estigma:

Por otro lado, he escrito un artículo para su blog, que os pongo a continuación: Sigue leyendo

Buscando mis propios «Poderes»

Elsa_frozen

Hace unos meses, justo antes de quedar embarazada, estuve a punto de tener una recaída. Por primera vez en mi vida, sentí que podía venirse una psicosis aun estando medicada.

Coincidió con que estaba tomando medicamentos con esteroides para la alergia. Estaba con Pulmicort y Nasonex, a los que terminamos acusando como responsables de lo que estaba sintiendo. También coincidió con que estaba empezando a leer el libro El Hombre y sus Símbolos, de Carl Gustav Jung.

Lo cierto es que tuve unos días en que me sentía extremadamente bien (¿Sospechosamente bien?). Salía a caminar a la calle y el cuerpo me pedía correr, me levantaba temprano y con energía, me sentía conectada a la naturaleza, quería hacer cosas, sentía que podía hacer lo que yo quisiera, simplemente con proponérmelo, yo tenía la energía y las ganas de ejecutar todas las tareas necesarias para cumplir mis objetivos.

Mis alarmas se activaron cuando empecé a ver que no dormía lo suficiente en la noche, y que cuando me levantaba de madrugada me quedaba viendo a una telaraña, consciente de que mis ojos se desenfocaban, buscando con esto cambiar mi percepción de la realidad, como pasando a percibir otra dimensión…. raro, pero muy interesante en ese momento…

Lo cierto es que llamé al psiquiatra, aumenté mi dosis y todo pasó sin mayores consecuencias. Pero una de las ideas que tuve en esa oportunidad sigue rondando mi cabeza…

El libro de Jung lo dejé a medio leer, habré leído como la cuarta parte, pero realmente lo estaba disfrutando mucho y estaba sacando algunas conclusiones.

Del conjunto de artículos, libros completos o a medio leer, películas completas y a medio ver que han pasado por mí, yo relaciono ideas, completo vacíos inventando y saco mis conclusiones… que no tienen que ser ciertas, pero muchas veces funcionan para mí, permanentemente o hasta que otras ideas que yo acepte las contradigan.

Después de esta experiencia de «dopping» involuntario, saqué algo. No sé si habéis visto la película de Frozen… yo como madre la he visto un montón de veces, y ¡Me encanta!

Espero no arruinarla mucho a quienes no la han visto… Una de las protagonistas, Elsa, tiene poderes: Ella puede producir y manipular el frío. Puede ser divertido, pero también se vuelve muy peligroso para los demás, especialmente cuando la domina el miedo, que la hace perder el control de su poder.

Pienso que nuestro inconsciente es similar. Pienso que hay mucho más dentro de nosotros mismos de lo que se ve, que las experiencias que tenemos quedan guardadas en nuestra mente inconsciente con mucho más detalle del que conscientemente recordamos. Que nuestro interior es quien, en definitiva, gobierna nuestras vidas y en la medida que lo conozcamos y estemos en paz con nosotros mismos, ese potencial, ese poder, jugará a nuestro favor.

Para ser más concretos: yo llevo toda mi vida tocando la guitarra como aficionada, nunca ha sido más que un hobbie, nunca he destacado especialmente, aunque me hubiera encantado. En un par de ocasiones, durante crisis de hipomanía, he sido capaz de tocar más de prisa, más bonito, he sido capaz de cambiar la tonalidad de una canción sin pensarlo, sin esforzarme.

Pienso que todo lo que he aprendido está dentro de mí, y puede jugar a mi favor si logro descubrir un poco más de mí y superar experiencias del pasado que tal vez me estén bloqueando. Pienso que podré tener más energía y mejor uso de mis destrezas si trabajo un poco más en aceptarme y mostrarme tal cual soy, en ser yo misma, sin pensar en lo que otros puedan pensar de mí.

Pienso que podré llegar a controlar «mis poderes», como terminó lográndolo Elsa (Esto no es tan spoiler para la película, es de suponer que la historia de Disney terminará bien).

Pienso también que en mis crisis de trastorno bipolar se sale de mí ese inconsciente, ese mundo surreal y onírico que normalmente sale sólo en sueños… salen mis sueños en estado de vigilia, lo cual es un problema para la cordura, pero suelen ser estados muy creativos de la personalidad. En lo personal prefiero la cordura, aunque quisiera aprovecharme de ese potencial creativo, de esa sensibilidad artística y esa especie de genialidad que se siente por momentos, entre otras emociones no tan placenteras como el miedo irracional.

A continuación os dejo el tema principal de la peli, con el que he llegado a identificarme mucho cuando siento que tengo poderes ocultos en mi interior:
Frozen. Suéltalo (Let it go)

Entre la Cordura y la Psicosis

Las siguientes palabras las escribí durante la recaída que acabo de tener. Es una reflexión sobre lo que sentía en ese momento.

Yo realmente pensaba que estaba en camino de un gran descubrimiento interior…. y es posible, tengo pendiente indagar más en mi interior, en mis capacidades y mi potencial, para sacar provecho y crecer como persona… aunque ahora embarazada no es el momento…

Es difícil trazar una línea entre la cordura y la psicosis, entre la genialidad y la locura.

Yo me emocioné mucho cuando lo escribí y cuando lo leí en voz alta a mi marido… él también se emocionó en ese momento, cuando vio coherencia y belleza en medio de la crisis, a pesar de haberme visto mal.

Aquí va:

Esta inquietud
que tanto miedo me da
pero que me emociona a la vez
no es nada más ni nada menos que el descubrimiento de mí misma,
algo que me debo desde hace tiempo.

Aquí no hay reglas,
sólo es una aventura.
No sé cuánto va a durar
ni cuánto podría doler. 

No hay obligaciones,
hay libertad total,
no hay problema en tener miedo,
no hay problema en tardar demasiado,
no hay prisa. 

Pero no tengo más remedio que ser fiel a mí misma,
y no tengo más remedio que perdonarme cuando me equivoque,
como se perdona a alguien a quien no puedes evitar querer.

Ya es imposible no seguir creciendo,
es imposible no ser valiente,
porque confío más en quién soy,
porque ya sé que los errores no son tales,
todo hace parte de mi historia,
todo la hace más interesante o amena o conmovedora.

¡Puedo hacer lo que yo quiera!
Y mi naturaleza me irá guiando,
no hay errores,
ni siquiera ha habido errores hasta ahora,
haya sido yo consciente o no del hallazgo que estoy ahora expresando.

Ya no hay miedo a seguir mi corazón.
Es como si yo fuera mi propia madre,
mi propio padre….
Soy mi propio Espíritu Santo
y, por supuesto, mi propio hijo,
haciéndose mayor y cada vez menos temeroso,
haciéndome sentir orgullosa,
queriendo siempre cuidar que mi historia tenga belleza y honra,
que pueda siempre sentirme orgullosa de mi viaje,
de mi vida… 

Ese es mi paraíso,
ese es mi compromiso…. 

Estoy feliz y estoy contenta y emocionada.
Vivir es todo un arte,
y estoy aquí para sufrirlo y reírlo plenamente,
libremente…

Mi Trastorno Bipolar y Yo

Voy a decir un poco más de mí y mi bipolaridad: Las veces que he tenido crisis bipolares han sido maníacas, psicosis de las que me gustaría escribir aquí próximamente. Soy una bipolar bastante «buena», después de uno que otro traspiés por falta de experiencia y haber dejado la medicación porque me sentía bien y para evitar los molestos efectos adversos, he aprendido a portarme bien y reconocer que tengo una enfermedad, que el único control que tengo sobre ella es tomar las medicinas y hacer caso al psiquiatra. Puedo hacer otras cosas para ayudarme, pero nada sustituye a la medicación.

No conozco a otros bipolares (que yo sepa), sólo tengo la referencia de lo que leo por ahí, y no me identifico con muchas de las cosas que he leído: no abuso ni he abusado de sustancias, nunca tuve una conducta problemática en el colegio, más bien siempre tenía buena conducta, nunca he sido promiscua… La verdad, nadie hubiera sospechado que iba a ser bipolar, me da curiosidad saber si hay otros bipolares parecidos a mí, si somos muchos así, pero se nos da poca publicidad por no ser tan interesantes y llamativos como otros casos con más sexo, drogas y Rock & Roll en su haber. Sigue leyendo