Me siento mal
A veces me siento bien y río y hago chistes
Hoy por ejemplo amanecí llorando. Luego hablé con mi esposo y me sentí bien
Agarré fuerzas para hacer un desayuno medianamente elaborado: arepas
En un momento mi hija hizo algo que no me gustó y le grité
Me sentí mal, me retiré. Volví. Expliqué cómo me sentía. Desayunamos.
Dormí hasta el mediodía
Fui al hospital a hacerle relevo a mi hermano con mi madre
Lloré en su habitación mientras ella descansaba y supongo que intuía que yo no estaba bien
No se habla de las emociones con mi madre. Cuando me pregunta cómo me siento suelo decir que bien. A pesar de que me gusta ser abierta con mi marido y mis hijas, con mi madre no soy abierta emocionalmente. Siempre estuvo prohibido estar triste.
No quiero tampoco que se sienta como una carga
Pero es una carga emocional saber que depende en gran medida de nosotros
Luego hablamos con uno de mis hermanos que está en otro país
Fue una conversación amena y divertida que me ayudó a salir del estado de ánimo que tenía
Lo vi tan claro en la vida que salí de la habitación a seguir hablando con él y decirle cómo me sentía.
Lo más importante que me dijo es que no me exija tanto. Que esta última semana con el susto de mi madre había sido dura. Que está bien llorar.
Luego vino mi familia y pasamos un rato muy agradable y de risas con mis hijas, mi tía y mi madre en la habitación del hospital
Ese rato se acabó y tocó volver a casa. Las niñas quisieron comer fuera y pedimos en un sitio para llevar.
Tenía yo la duda, pero al final accedí a la tentación de no cocinar. Y vi mi cuenta de banco. Y volvió la tristeza. Y me sentí tonta de gastar cuando no entra suficiente dinero para lo básico
No es que estemos con el tanque vacío todavía. Pero hay que ser responsables. Y no es fácil ser responsables. La comida de la calle es mi debilidad. Y no comí, no pedí para mí, no tenía hambre. Ya había comido en la calle yo sola para el almuerzo. Ya estaba llena y mi cuota de hoy estaba gastada
Total que el ánimo va para arriba y para abajo
No me siento capaz de trabajar y mi psiquiatra pretende que trabaje.
Creo que no me comunico bien con él
Creo que estoy acostumbrada a querer “pasar el examen” y no parecer loca ante él. No me gusta cuando me sube dosis y me manda más cosas, pero es lo que hacen los psiquiatras
Y bueno, es que no me encuentro loca en este momento. Pero tampoco estoy bien. Mi ánimo sube y baja y vuelve a subir en cuestión de minutos.
Yo había tenido la falsa sensación de que el ansiolítico era la panacea….. pero no. Lo voy a dejar, poco a poco, pero lo voy a dejar.
La razón por la que quiero dejarlo es que no me ayuda como yo pensaba, me da sueño, y ayer tuve que meterme en el ordenador del trabajo y me deprimió bastante sentir que me perdía entre ventanas y párrafos.
Me van a obligar a trabajar y no sé si voy a ser capaz. Me van a obligar a trabajar y voy a tener la preocupación adicional de mi mamá.
Es todo a la vez
Y un pensamiento que debo evitar es: por qué a mí? Por qué todo junto? Por qué el cabrón de mi psiquiatra no me ayuda? Por qué no doy señales suficientes a mi psiquiatra de que necesito ayuda?
Qué ladilla todo. Pero qué bien que a ratos disfruto. Qué agridulce todo. Qué raro es todo. La vida es rara
He escrito mucho últimamente y no veo coherencia en lo que digo un día y otro. No soy ni siquiera una veleta que va con el viento. Soy una bolsa de supermercado. Creo que en una película salía una bolsa blanca volando a merced del viento. Esa soy yo. Dando vueltas sin mayor propósito.
No tiene sentido lo que escribo
Me siento mal
Quisiera hablar con alguien sabio todos los días
Pero sería muy caro
La gente en mi vida que por amistad o vínculo sanguíneo podría hablar conmigo gratis, se hartaría de mí de hacerlo todos los días
Yo estoy harta de vivir conmigo todos los días…. Todo el tiempo quejándome y llorando
Pero, como ya he dicho, a veces soy capaz de disfrutar.
En Madrid y en mi cabeza no para de llover. Mi corazón está inundado de duda y tristeza.
Y sí, parece que la única salida fuera la fe, pero estoy arrecha ya con Dios.
Por qué no para de molestarme con problemas?
Ok. Terminé la frase del párrafo de arriba y vino mi hija menor a darme las buenas noches. Tuvimos un momento de cariño y comunicación que no cambio por nada y pareció una respuesta de Dios a mis quejas.
Tengo muchas cosas buenas, pero los problemas me abruman. Será que tengo que aprender a sacar fuerzas de una cosa para afrontar la otra? No me siento fuerte.
Siento que necesito cuidado e intuyo que soy yo quien debe cuidarme. Tratarme mejor, como me trataba cuando estaba bien hace unos meses.
Hacer higiene del sueño. Acostarme a dormir temprano y sin pantallas (¿y si vienen los pensamientos?)
Comer menos procesados y más comidas naturales y caseras (¿y si no tengo fuerzas y me dan ataques de hambre y antojos de cosas golosas?)
Hacer ejercicio (¿y si no me apetece ir al gimnasio y la opción de salir a caminar tampoco funciona por el frío y la lluvia?)
Exigirme menos. Esta tiene menos peros. Creo que puedo empezar por ahí. Verme desde fuera, como si fuera una gran amiga o una de mis hijas a quien estoy aconsejando.
¿Qué me diría?
Esta semana ha sido dura. Y ya venías de un par de meses duros.
Permítete descansar, llorar. Busca oportunidades para la risa y el humor, que has visto que no lo has perdido. Respira.
Respira
No exijas tampoco a los demás
No esperes nada de los demás. Tienes una red de apoyo y mucho cariño, pero no pongas expectativas en ellos. Ellos te quieren ver bien, pero no los puedes sofocar con tus pensamientos en bucle. Procura tampoco sofocarte a ti misma con pensamientos en bucle.
No demonices el entretenimiento audiovisual como una adicción que no es productiva. Puedes distraer la mente con alguna serie, película o vídeo. Aunque intenta no caer en el scroll infinito de las redes sociales
Puedes también usar la música para mejorar tu estado de ánimo.
Recuerda que eres tu mejor amiga. Eso lo descubriste hace un tiempo. Bueno, más allá de tu mejor amiga eres la persona que está a cargo de tus necesidades, de que estés bien. Anímate a ti misma. Eres muy buena amiga tuya! Has tenido otros momentos difíciles y has salido de ellos.
Tú puedes! Tienes piernas fuertes, tienes soporte. Usa la base fuerte que tienes y levántate. Recuerda descansar, pero recuerda también que tú puedes. Así sea con una andadera o con un bastón al principio, pero eres capaz de caminar.
Diría que tu familia te necesita. Pero recuerda también que tú te necesitas. Sé amable y bondadosa contigo. Amorosa. Cuidadosa. Siempre eres muy correcta con tu familia y amigos, por qué ser diferente contigo? No te hagas lo que no harías a una de tus hijas.
Te quieres mucho. No lo olvides, no dejes opacar ese sentimiento. Cuídate. Date descanso, date mimos, date un buen baño, unas cremitas. Sonríete al espejo. Mira la gran persona que eres. Tienes suerte de tenerte en tu vida. Sí, no te queda más remedio que tenerte, siempre estás contigo, pero tienes mucha suerte de que te haya tocado ser tú.
Pues sí, soy buena amiga, esto último me ha animado.
Creo que mañana voy a volver a escribir sin esperar a sentirme mal para hacerlo.
Me siento suficientemente bien ahora para dormir tranquila. Me gustó todo lo que escribí
Si me vuelvo a sentir mal, lo aceptaré. Soy un ser humano, y soy sensible. Y soy comprensiva conmigo misma y si me siento mal, me abrazo.
Tengo gente maravillosa en mi vida. Y voy conversando con unos y otros. Todos tienen sus vidas y hay momentos en que unos responden y momentos en que responden otros. Y todos tienen maneras distintas de responder a lo que sea que les escriba.
Estaría bien escribirme a mí misma más seguido.
Te quiero mucho, querida yo. Ya vas a ver que te vas a sentir más estable. Recuerda que estas cosas nunca duran para siempre. Estoy para ti.
Gracias y a dormir!